jueves, 12 de julio de 2007

Expertos proponen impuesto sobre alimentos grasos para combatir obesidad

Fuente: Diario ElHoy, Ecuador

LONDRES.- Gravar con un impuesto los alimentos con un alto contenido de grasas, azúcar y sal permitiría salvar cada año más de 3 000 vidas en Gran Bretaña, al reducir el número de enfermedades cardiovasculares, reveló hoy, jueves, un estudio científico.

El estudio, efectuado en Queen"s Medical Centre (Nottingham, centroeste de Inglaterra), examinó la viabilidad de tres tipos de impuestos que contribuirían a reducir la obesidad, al combatir los malos hábitos alimentarios.

El primero de los impuestos investigados por el equipo gravaría los alimentos que contengan un índice elevado de grasas saturadas, el segundo castigaría los que generalmente son nocivos para la salud, mientras que el tercero se aplicaría a los productos que tengan muchas grasas, sal y azúcar.

El equipo de investigadores determinó que esta última opción sería la más eficaz, pues permitiría evitar 3 200 muertes anuales causadas por enfermedades cardiovasculares, lo que supondría una reducción del 1,7% a nivel nacional. (AFP)

1 comentario:

Unknown dijo...

Las comidas ricas en grasas saturadas, azúcares y sales, contribuyen a la obesidad y favorecen a las enfermedades cardiovasculares, siendo esta la primera causa de mortalidad mundial.

Es así como Gran Bretaña tiene los niveles más altos de personas obesas y con sobrepeso en Europa. Es una enfermedad que alcanza con niveles alarmantes sobre todo a la población infantil del país: el porcentaje de niños obesos ha aumentado más del 40% entre 1995 y 2004.

Alrededor de una cuarta parte de la población del Reino Unido es obesa. Estas cifras alarmantes llevan a expertos a analizar la situación y tratar de tomar medidas al respecto. Entre estas se propone gravar tres tipos de impuestos a los alimentos que contribuyen y aceleran esta enfermedad; sin embargo, la pregunta es como van a lograr determinar cual tipo de impuesto es el correcto para un alimento específico? ¿Como aplicar el impuesto sin castigar alimentos sanos y necesarios como el queso?

Pues con estas interrogantes es seguro que la industria agroalimentaria rechazara dicha propuesta, así como la población también lo hará puesto que las medidas relacionadas con impuestos o con incentivos fiscales son las que menos unanimidad suscitan entre la población.
Por lo que se necesitan más investigaciones para comprender mejor los efectos potenciales de un impuesto sobre las grasas.

Un impuesto sobre alimentos que consume habitualmente la población, disminuirá el poder adquisitivo de las personas en una primera instancia y es con este fin con el que se hace esta propuesta: que la población consuma menos de los alimentos altos en grasas. Con esta política fiscal se busca reducir el consumo de estos alimentos para así reducir poco a poco el porcentaje de obesidad en el país; sin embargo la población no lo entiende así, por lo que habrá que ver si esta medida funciona y cumple con su objetivo de largo plazo.

A largo plazo no solo se busca que el porcentaje de obesidad disminuya, sino la población haya adquirido un nuevo estilo de vida donde los alimentos con alto contenido en grasas hayan sido cambiados por verduras, frutas o alimentos ricos en proteínas.

La población debe entender que lo que debe dejar de consumir hoy por su poder adquisitivo que se ve reducido, a futuro se verá retribuida ya que se habrá ahorrado todos los tratamientos de salud que la obesidad acarrea, como la muerte misma. A fin de cuentas, la salud no tiene precio!

Daniela Moreno Placencia.